jueves, 11 de diciembre de 2014

Primavera 2015: La moda bosteza



La semana de la moda en París terminó con un balance que no fue positivo. Falta de creatividad y brillo; falta de pasión y de vanguardia.
Si bien es cierto que en la última década la moda se ha retroalimentado con una mirada al pasado (allí donde el esplendor y la luminosidad eran norma vigente) esta temporada se puede expresar... con un gran y aburrido bostezo.
La industria de la moda mueve miles de millones de dólares cada temporada pero esta vez los cálculos no cierran.Incluso la esperada pasarela de Givenchy no fue la excepción.
Hubert de Givenchy, diseñador de talento incuestionable, uno de los jóvenes referentes del lujoso prêt-à-porter parisino de los años 60, no fue correctamente interpretado por la colección de Riccardo Tisci.
Tisci utilizó reminiscencias góticas mezcladas con expresiones del rock and roll. Blanco y negro; altas botas de cuero que llegan más arriba de la rodilla y diseñan la silueta de las piernas, vestidos baby-doll y faldas con flecos de cueros y tachas; transparencias, ribetes y juego de rayas, corpiños que dejan al descubierto parte del busto. Ninguna de estas combinaciones interpretó al genio minimalista de Hubert de Givenchy ni le agregó encanto.

Givenchy se caracterizó por su sensibilidad hacia formas netas y arquitectónicas en un estilo puro y refinado que dió contenido a las líneas globo y trapecio.

Para su amiga y musa Audrey Hepburn creó el célebre vestido negro del film Desayuno en Tiffanys y los florales de Funny Face. Vistió a María Callas, Greta Garbo, Grace Kelly, la duquesa de Windsor y la princesa de Mónaco entre otras. Interpretó el carácter de Jacqueline Kennedy en sus famosos vestidos sin manga y en el ya mítico sombrero pillbox.
Para Givenchy la elegancia y la sencillez fueron siempre juntas. Su nombre ha sido y es sinónimo de alta moda. A pesar de las pasarelas de Riccardo Tisci que, en lugar de actualizar la identidad de la firma, nos ha llevado de viaje hacia un medioevo oscuro y recargado que se transita bajo acordes de rock.














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