lunes, 1 de octubre de 2007

Perfeccionismo

Anónimo escribió: " El perfeccionismo se ha convertido de un tiempo a esta parte en una forma de vida dentro de las grandes ciudades europeas, pero nos olvidamos que aunque es correcto esforzarnos para conseguir nuestras metas, nunca vamos a conseguir hacerlo todo perfecto, ni tener el control de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor, ni podemos conseguir todas nuestras metas."

En el ámbito del trabajo, especialmente, estamos viendo cada día cómo nos aprietan más las tuercas intentando conseguir la mayor productividad a la mayor rapidez posible. Si puedes llegar hasta 10 es porque puedes llegar hasta 11 y si puedes llegar a 11 puedes llegar a 13, el caso es que hagamos lo que hagamos siempre se puede esperar más de nosotros, pero...¿hasta qué punto?, ¿cuál es el límite de la exigencia laboral?, y lo que es peor ¿cuál es el límite de la exigencia personal?.

Hoy en día nos ocupamos mucho de hacer las cosas bien, pero nos olvidamos de premiarnos, de sentirnos orgullosos por un trabajo bien hecho porque lo justificamos diciendo: "Es lo que teníamos que hacer". En cambio, cuando no podemos hacer las cosas tan bien como nos gustaría o cuando cometemos el más mínimo error en la realización de nuestras tareas, no tenemos ningún reparo en criticarnos, censurarnos, insultarnos y castigarnos por algo que no nos damos cuenta que simplemente es algo humano.
Salir de ese círculo en determinados ambientes es complicado, ya que nuestro jefe nunca nos felicita cuando hacemos bien lo que se supone debemos hacer, pero es el primero en echarnos la bronca cuando fallamos. Pero lo importante en este sentido sería no llevar esto a todos los aspectos de la vida, a nuestra vida personal, a nuestra propia autoestima, porque es entonces cuando podemos caer en un problema realmente serio.
Muchos de los problemas psicológicos de nuestra sociedad se originan y se mantienen por este tipo de ideas exigentes y perfeccionistas; y aunque no supongan un problema en nosotros mismos, en ocasiones lo transmitimos a nuestros hijos, haciéndoles daño sin pretenderlo.
La anorexia es una búsqueda de perfección a través del cuerpo y el aspecto físico, y una búsqueda de control a través del control en la comida.
El trastorno obsesivo-compulsivo no es más que una manifestación de perfección en cuanto a las pequeñas cosas de la vida: limpieza, orden, pensamientos o salud corporal. Cuanto más intento tener todo perfecto y ordenado más caótico veo el mundo a mi alrededor.
La depresión no es más que una pérdida de control en un momento determinado donde me siento incapaz de conseguir mis propias metas, al haber fallado en obtener todo lo que me propongo. Pero no conseguir todo lo que quiero no significa no poder conseguir gran parte de mis objetivos. Si me limito a una idea de todo o nada siempre me quedaré con el nada.
La ansiedad o el estrés es una manifestación fisiológica consecuencia de una tensión acumulada por un ritmo de vida en el cual priorizamos objetivos frente a otras personas; priorizamos todo antes que a nosotros mismos o a nuestra propia salud.
Como vemos, hay muchas cosas que condicionan e implican estos problemas; pero el perfeccionismo es uno de los pilares que nos minan la moral y nos hace vulnerables. Se nos olvida que el ser humano es imperfecto por naturaleza. Todos cometemos errores, nos equivocamos y lo seguiremos haciendo siempre. Pero si nos culpamos por algo que, por otra parte, es inevitable, entonces perdemos la oportunidad de aprender que sólo nos proporcionan esos fallos que tanto nos desagradan.

María Jesús Adán Meléndez

Psicóloga del Centro Psicológico Adán
centro@psicoadan.com
http://www.psicoadan.com

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